miércoles, 6 de marzo de 2013

La motivación en el fútbol base


La (extra) motivación en el futbol base:
La motivación, es uno de los factores a tener en cuenta dentro de las etapas de iniciación en el futbol. Importante por muchos aspectos, que se darán dependiendo de la situación en la que este sumergida el equipo.
Antes de motivar a los nuestros, tenemos que conocer y reconocer nuestro rol  de equipo, es decir, tenemos que saber en qué situación (interna) estamos, en qué periodo de la competición estamos y en qué posición estamos. Dependiendo de todos estos factores, cuando llevemos a cabo la motivación, podemos encontrarnos con que esta, nos es beneficiosa o al contrario, perjudicial.
Pongamos un ejemplo. Un equipo, el cual va último en la competición, no gana pero si trabaja bien durante la semana e incluso dentro del periodo competitivo, la motivación, pasa a ser un aspecto importante a tener en cuenta puesto que es ésta la que nos ayudará a sobreponernos a todos los obstáculos que aún nos quedan durante la competición. Con una buena  motivación por parte del entrenador, se pretende que los jugadores-niños, mantengan el interés por practicar su deporte favorito, por seguir acudiendo a los entrenamientos con asiduidad e incluso enfrentarse a  la competición con ganas de COMPETIR, aunque el resultado no sea favorable, pero en definitiva, competir  con todas sus “armas deportivas”.
 A día de hoy, nos encontramos con muchos equipos que a mí, personalmente, me gusta llamarlos “equipos desestabilizadores”, estos equipos, son los que llegan a la competición con ganas de machacar y hundir al rival, en lugar de ganar el partido cómodamente y por qué no, probar cosas nuevas que se han ido entrenando poco a poco como sistema de juego secundario (quizá, estos equipos ni lo tengan).
 En muchas competiciones , nos encontramos con equipos que llegan a ganar partidos por 20-0 , 22-2 o incluso, esta temporada he llegado a ver uno de los resultados más abultados que yo recuerdo en categoría infantil , 30-1.Resultados más de partidos de baloncesto que de futbol, pero en definitiva….3 puntos.
Los entrenadores, de estos “equipos desestabilizadores”, no se dan cuenta del gran error que están cometiendo, tan solo se ganan 3 puntos ante otro equipo compuesto por jugadores-niños y son estos los que provocan que muchos de esos jugadores-niños del equipo contrario, pierdan su interés por jugar al futbol. Hay que tener en cuenta que, partido tras partido, derrota tras derrota, hace que el jugador-niño se olvide de lo importante del futbol base, el ocio y disfrute personal, además de la formación-educación como deportista y sus ganas de participar en la competición vayan mermándose poco a poco.
Aun así, el error que comenten estos equipos se suelen ver más a largo plazo que a medio-corto plazo. Un equipo acostumbrado a ganar todos los partidos, goleando jornada a jornada durante una temporada, se llevara la sorpresa de que la temporada siguiente, quizá este un escalón por debajo de los equipos que componen esa categoría superior. Si en lugar de ganar con un marcador abultado , se gana con un marcador más o menos normal y además probando sistemas de juegos o incluso estilos de juego distintos , los jugadores-niños de estos equipos , se encontraran más reforzados y preparados ante la categoría superior que han alcanzado o alcanzaran.
Si algún entrenador de esos “equipos desestabilizadores” llega a leer este artículo, dentro de mi corta trayectoria como entrenador, me gustaría darles un consejo que hasta el día de hoy a mí me ha ayudado mucho. Cuando estés arriba, ganes todos los partidos y te creas el que más sabe de futbol, ponte en el lugar del entrenador que dirige al equipo que va último en la liga… ¿Cómo te sentirías?
Al fin y al cabo, te darás cuenta de que no somos tan diferentes, ambos entrenadores, con jugadores totalmente distintos.
Ahora bien, a mi parecer, cuando tienes a un equipo, acomodado en una buena posición, la motivación, suele ser perjudicial, puesto que estamos tratando con jugadores-niños. Es decir, cuando el entrenador, no para de alabar las acciones realizadas por los componentes del equipo, resalta siempre las acciones acertadas por estos y no corrige errores, la motivación, suele ser perjudicial. Cuando nos encontramos en este punto, hablamos de extra-motivación.
El no resaltar las acciones erróneas por partes de los jugadores-niños, y destacar las buenas acciones realizadas  hace que estos, se acomoden y lleguen a conformarse con lo que hacen, en lugar de superarse como deportistas, tanto en los entrenamientos como en la competición. Se podría considerar, que debido a esta extra-motivación, lo que suele ocurrir es que, de manera involuntaria, los entrenadores, capamos una de las virtudes fundamentales para un deportista , la ambición y la capacidad de superación.
Tras indagar en varios  libros de psicología deportiva , se llega a la conclusión de  que, para que esta extra-motivación no sea perjudicial , lo correcto es , “exigir” más a los jugadores-niños , haciéndoles ver su potencial y alimentando así su ambición y su afán de superación, citando y felicitando las acciones correctas que se han realizado durante el transcurso de la competición  y resaltando las acciones negativas y animando a superarlas y cambiarlas por acciones correctas. De esta manera , la cohesión entre el entrenador-equipo-situación en la competición , fluirá con total normalidad y nos encontraremos con un grupo humano , motivado y abierto a superarse.

Para finalizar, he de decir, que lo ideal, como director de grupo, seria mantener, un “tira y afloja” para que la motivación fluya de manera correcta y así, el jugador-niño, se encuentre en un estado óptimo para la competición y sobre todo para seguir aprendiendo, disfrutando, divirtiéndose y formándose como deportista.

Carlos Redondo de Rus
Twitter: @CRdeRus

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